TIK TOK IN THE CLOCK AND THE PARTY DON'T STOP

Guess he wants to play, wants to playI love game, I love game.

miércoles, 17 de marzo de 2010

EL VIAJE

Viajar, dejar todo atrás, abandonar tu vida durante un esporádico tiempo, es una de las cosas más placenteras. Todos tus problemas y tu pasado quedan atrás, es como si te sumergieras en una burbuja aparte, un sueño instantáneo del que despertarás al volver a casa. De repente todo es distinto, vives otra vida, y tu película acaba de empezar. De repente todo lo que importa es qué transporte escoger, no llegar tarde a coger el vuelo, hacer la maleta pensando en cada cosa que harás, sonreír sin saber bien por qué, mirar por las ventanillas esperando ver algun signo que apunte a tu llegada.
Hay muchos tipos de viaje. Y cada persona en el mundo tiene su viaje, y cada persona elige un camino que escoger, para disfrutar de un par de semanas de gloria y felicidad. Unos prefieren culturizarse, visitar museos y monumentos importantes, hacen acopio de fuerzas para atraversarse una ciudad con el único objetivo de obtener más de esa fuente inagotable llamada conocimiento. Otros quieren relajarse, tumbarse sobre la arena de la playa, sentir el sol sobre los ojos y dormir. Otros en cambio, quieren frecuentar cada local, enloquecer cada noche y despertar sin saber qué pasó la noche anterior. ¿Cuál es mi viaje? Es una mezcla de los tres. Quiero aprender, conocer, y también relajarme de este sinvivir que son los estudios, pero también pasármelo bien y disfrutar al máximo, conocer gente nueva y olvidar de dónde vengo.

Este verano tenemos un viaje pendiente. O quizás yo dos. Primero pensamos en ir a las islas griegas, disfrutar de ese ambiente exótico que se respira en ellas, y pasar a la vez, mientras, por Atenas y visitar esa acrópolis etérea de la que sólo hemos visto imágenes en los libros de texto.

Santorini era la opción más oportuna, disfrutando de ese ámbito pesquero y esas playas rocosas.

Después pensamos en Mykonos, destinada más a la fiesta que al relax. Incluso en Malta, centro de desenfreno y descontrol, de la fiesta y, además, playas relajantes.

Por último, parece que finalmente nos vamos a Amsterdam. No es precisamente el destino ideal, el que yo quería, pero bueno... se supone que si voy con mis amigas y me lo tengo que pasar bien. Allí no está el mar transparente que yo esperaba, ni está tampoco el calor axfixiante y el sol abrasador que esperaba encontrar para tornar mi piel de ese color tostado que me encanta; allí no hay tanta fiesta, y la fiesta que hay se basan en cientos de coffee shops, y a mí me apetecía otro tipo de viaje. Pero ¿Realmente el problema es lo que me apetezca o no? Mi mente está llena de dudas y de asuntos sin sentido arremolinándose. ¿A quién se puede considerar una amiga? ¿A alguien que no te tiene en cuenta? Viajar es algo más que solo moverte, es vivir, es experimentar, es recordar.
La existencia es un viaje en el que no existen los caminos llanos: todo son subidas o bajadas. Además, todo pesa, todo es un lastre para el camino. Para el camino del viajero y el de la vida hay que ir ligero de equipaje. Y sobre todo, tienes que escoger a alguien muy especial para que te acompañe. Esa persona es tu compañero de camino, tu apoyo si no puedes seguir, tu mano si te caes, tu peso que cargar a la espalda si es necesario. Uno y otro sois ayuda y cariño. Sois hermanos, amigos y amantes. Sois uno, y en eso se basa el viaje de la vida, en encontrar una persona que se adapte a ti, o simplemente caminar solo e independiente. Yo elijo el primer camino, porque valoro la compañía humana y el cariño por encima de todo, la riqueza del amor.
El otro viaje que tengo planeado es a Londres. Sí, ya he ido a Londres. Pero precisamente por eso quiero volver a compartirlo con esa persona con la que comparto el mundo. Ese es mi pequeño Fernando. Ahora mismo no es el mejor momento, pero alguna vez me gustaría compartir todo con él, ser esa compañera de camino que él necesita. Porque aunque parezca grande, es pequeño, muy pequeño, y necesita que alguien le quiera. Él y yo queremos ir juntos a Londres, a un pequeño hostal en el centro, para no gastarnos mucho dinero pero disfrutar de nuestra compañía mutua. Allí visitaremos todos los museos del mundo, pasearemos por sus calles y nos besaremos sin parar. Sacaremos nuestra parte más inglesa y hablaremos inglés a todas horas como unos guiris desubicados. Porque somos así de tontos. Y nos encanta.

Londres es un mundo de experiencias por vivir, una mezcla de verde fosforito, rojo, azul y rosa chicle, con un toque de clásico gris. Es una mezcla del calor del café y el frío del aire matinal. Es una mezcla del suave tacto de la hierba junto al Tate Modern y el rudo tacto del asfalto. Es un Big Ben elevado sobre toda la ciudad, un una noria eterna con nombre de ojo, y también la clásica postal con una cabina telefónica y un autobús, ambos rojos. Londres no es solo Inglaterra, es una fusión de culturas, de países, de ciudades extranjeras. China, Japón, Francia, Italia, Tailandia y Estados Unidos se entremezclan en un tejido urbano desordenado y caótico, con mercados enormes y dulces cafeterías. Londres es algo que se siente en cada soplo de aire.
Y lo importante es que todo esto lo viviré CONTIGO.

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