Coge todas tus dudas, puedes tirarlas lejos; debes de estar inseguro pero sé que siempre estoy volviendo. Puedes apostar que eres el único sitio que puedo llamar hogar... cerca o lejos, donde estés es donde quiero estar, cada noche solitaria, cada pelea de borrachera... Voy a hacerlo bien, eres el único sitio que he llamado mi hogar.
Y Jesús García Fernández me secó las lágrimas, se puso de rodillas y me dijo: "Clara, te quiero... para que lo sepas y nunca dejes de escuchar esto: TE QUIERO MUCHÍSIMO Y NUNCA VOY A DEJARTE. Para que nunca se te olvide... y que lo puedas escuchar todas las veces que quieras, porque va a seguir siendo lo mismo... QUE TE QUIERO, MI VIDA."
Todo es culpa mía... pero ojalá fuera cierto.
miércoles, 19 de octubre de 2011
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